Un viaje con tus amigos a un sitio nuevo, con playa, sol y
arena. Plan perfecto. Miles de ilusiones y todos con ganas de comernos el
mundo. Tras un duro viaje por fin llegamos y lo vemos: el mar. Ese inmenso mar
azul con la salida del sol. ¡Qué hermoso espectáculo! Nos sentamos en el paseo
marítimo y observamos esa maravilla asombrados. Descargamos nuestras maletas en
ese apartamento que tan difícil fue conseguir. Y ya ahí se respira un ambiente
de buen rollo, amistad, amor…un aroma dulce y a la vez salado. Y a partir de
ese preciso momento empezará esa andanza. Esa semana en la que compartes tu
vida junto a tus amigos. Comes con ellos, nos bañamos en el mar, salimos de
fiesta, nos tomamos el café de las tardes… no paramos quietos. Todo fluye, todo pasa. Y todo acaba. Mil
vivencias y experiencias que nos
llevamos dentro. Algunas experiencias buenas, otras malas, pero que, al fin y
al cabo, nos hacen crecer y mejorar cada día. Porque este viaje nos ha cambiado
a todos, y siempre que lo recordemos, nos acordaremos de esa aventura que
vivimos con los que queremos, y que nos saco miles de carcajadas, lloros,
confidencias, fumadas, borracheras, que forman parte de nuestra historia.
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