domingo, 29 de julio de 2012
Piezas de cristal
A
veces vives tan rápido que ni te paras a pensar en todo aquello que te rodea.
Tu familia, amigos, novio, estudios… por ello necesitas parar las agujas del
reloj y sentarte a meditar. La verdad es que no me puedo quejar. Tengo una
existencia medianamente tranquila, salvo algún problema secundario, fácil de
resolver. Ésa es la apariencia que doy… pero en realidad dentro de mí hay
miedos y dudas, que no me otorgan esa felicidad plena que tanto se ansía. Miedo a que la gente me vea como alguien
débil, vulnerable. Y es que, el ser fuerte, a veces cansa. El aparentar
felicidad, el hacer que tienes todo bajo control… es un sobre esfuerzo y por
ello, a veces es necesario romper todas las barreras y llorar hasta que te
quedes sin aliento. Porque todo el mundo necesita su día de ser pesimista,
aquel en el que lo ves todo negro. Y sobre todo, necesitamos cariño, en forma
de un abrazo, un beso, que te cojan la mano… cariño. Una sonrisa para demostrar que todo anda bien,
cuando en cambio gritas que necesitas atención a los cuatro vientos. Sonrisas,
que no siempre deben transmitir alegría o felicidad, si no que es una forma de
ocultar que en realidad estas mal, por no querer compartir con alguien esos
remordimientos que te comen por dentro. Es difícil aceptar que las cosas no van bien o
no se desarrollan como tú deseas, porque, sientes que no eres dueño de tu vida,
que no eres capaz de encauzar las aguas en la dirección que quieres…y eso te
hace sentir frágil. Como si fueras una pieza
de cristal acechada por el hecho de verse destrozada en pequeños trocitos
miércoles, 25 de julio de 2012
Tomando la noche
Últimamente la envolvían los problemas. Cuando se acababa
uno, otro aparecía a la vuelta de la esquina. Miles de pensamientos se
almacenaban en su cabeza y no la dejaban pensar con claridad, hasta tal punto,
que la costaba dormir por las noches. Es difícil ser dueño de tu vida cuando
tienes constantes problemas que te asedian, necesitas liberarte. Por eso esta
noche saldrá de fiesta. Decidido. Va al armario, lo abre y ve mil vestidos.
Algunos que no se ponía hace años. Se pone ese vestido azul con la espalda al
aire….que bien la sentaba. Cuando se lo ponía se sentía más segura. Un poco de
rímel y esa raya negra en el ojo que nunca falla. Y esos tacones que le hacen
piernas kilométricas. Perfecta. Se mira al espejo. Poderosa, magnífica….una
femme fatale en toda regla. Llama a
todas sus amigas: “a las 12 os quiero ver a todas”. Trato hecho. Y a las 12 en
punto, cuales cenicientas, están todas allí. Todas están preciosas: unas con
vestidos ajustados que entrelucen sus jóvenes cuerpos, otras con faldas
vaporosas…. Un festival de la belleza. Dentro de la discoteca. Música fuerte y
estruendosa. Perfecta para no pensar en nada. Sentir cómo la música enciende tu
motor interno, que comienza a rodar, justo en el momento que empiezan a moverse
tus pies al compás de la música. Y esa fuerza va subiendo: pies, caderas,
brazos, cabeza…todo tu cuerpo funciona como si fuera una máquina bien engrasada
y así, hasta el amanecer. Los problemas se desvanecen a la vez que el nivel de
adrenalina va en aumento. ¿Qué pasará después de esto? Nadie lo sabe…
miércoles, 18 de julio de 2012
Déjate sorprender
Pensamientos…siempre rondando por tu cabeza. Algunos demoledores, otros
esperanzadores, da igual como sean, están ahí. El más común entre las chicas es
el famoso: ¿cómo será ese chico? Miles de teorías y planteamientos deambulan
dentro de ti. ¿Será rubio o moreno? ¿Fuerte o delgado? ¿Romántico, o más bien
aventurero? Hasta incluso algunas se crean su propio prototipo de hombre con
todas las características que le gustaría que tuviesen o que deben tener.
Pobres….he de deciros, desde mi propia experiencia, que fantasear no es bueno.
No digo que esté prohibido hacerlo, claro está, pero es una pérdida completa de
tiempo. Es difícil encontrar a una persona que reúna todas esas características
y que además, te quiera tal y como eres. Una tarea bastante laboriosa y que se
complica si esa chica se obceca y no sale de ese modelo de “hombre ideal”,
porque a la vez puedes estar desechando a muchas personas especiales. Es mejor
dejarse sorprender. Dejad a un lado ese prototipo y esperar a ver con qué te
sorprende la vida. Porque los mejores momentos son los inesperados, los que
nunca planeas, ya que no tienes expectativa alguna. Y lo mismo pasa en el amor.
Dejaros impresionar, no busquéis, solo abrid bien los ojos y observar todas las
pistas que se os dan y solo así encontrareis al amor de vuestra vida.
sábado, 7 de julio de 2012
Billete rumbo a la libertad
Estaba perdida en el mundo, no sabía cuál qué alternativa
tomar. Una duda que le atormentaba. Esa difícil decisión que hacía que sus días
se consumieran como el fuego y la pólvora. Las noches se le hacían eternas,
dando vueltas y vueltas en la cama, sin poder sumergirse en los profundos y
placenteros sueños de los que solía disfrutar con anterioridad. ¿Qué
hacer? ¿Seguir con su vida tal y como
está, o tomar un nuevo rumbo? Le atormentaba la idea de novedad. Para ella lo
desconocido le causaba temor e inquietud, ya que su vida era pura monotonía y
estaba acostumbrada a ello. Pero esta vez era diferente….necesitaba de verdad
un cambio radical en su vida.
Estaba cansada de vivir en esa cárcel llamada “hogar” y
entre esas cuatro paredes, que mas que una habitación se parecía aquellas
prisiones que solo estaban alumbradas por una bombilla de mala calidad,
lúgubres, desesperanzadoras, solitarias….así se sentía ella, como si fuera un
pájaro con un ala rota. Pero esta vez sería distinto, tendría lo que nunca tuvo
en su vida, valor. Cuántas experiencias perdidas y cuantos sentimientos
guardados por carecer de esa valentía. Muchas noches se arrepentía de haber
sido tan cobarde y de no haberle confesado a ese chico, cuanto le gustaba. Pero
es que él….él era de otro planeta, de eso estaba segura, porque esa belleza era
sobrenatural. De pelo moreno y sonrisa preciosa, una sonrisa que hacía que
sintiese escalofríos cada vez que la miraba. Sus ojos, oscuros, reflejaban la
belleza de su alma, un alma tranquila y bondadosa. Ojos que se postraban sobre
ella y hacían que se sintiese segura cada vez que estaba a su lado. De fuertes
brazos y piel oscura. Él era su héroe, su príncipe azul, el único capaz de
rescatarla de esa prisión en la que vivía…. en sus sueños. Esto era la vida
real, y aquí esos cuentos no existían. No todo era tan fácil. Y ella, mientras
tanto, seguía encerrada.
Tumbada en su cama, escuchando música suave y lenta, de esas
que te ayudan a pensar. Aunque, ahora, no había nada en lo que pensar,
simplemente sólo valía actuar. Y ese momento había actuado. De repente suena “Todo
irá bien” de Chenoa, la canción más optimista que conocía y que la implantaba una
gran fuerza en su cuerpo cada ocasión que la escuchaba. Y piensa que es joven,
que tiene una vida por delante por vivir, y que se merece ser feliz. Y al son
de la canción, se levanta de la cama de un salto, y coge su maleta, metiendo en
ella todo lo necesario para poder sobrevivir en esa selva llamada mundo:
pantalones, camisetas, su blusa favorita, sus all star y por supuesto, sus
inseparables ray-ban. De la mesilla coge su reloj, sus pendientes y todo ese
dinero que había ahorrado para poder comprarse la guitarra de sus sueños. ”Otra
vez será nena”, piensa.
Y aprovechando que no hay nadie en su casa, se escapa. Y
respira, ese aire limpio y que huele a libertad. Sonríe, y hasta le duele
hacerlo, porque hacía mucho tiempo que no lo hacía. Y se dirige la estación de
tren, acude a la taquilla y le dice a la chica que le atiende: “quiero un
billete rumbo a la libertad” a lo que la taquillera le responde: “La libertad
no tiene un sitio específico, si no que se halla en cualquier sitio en el que
estés. Porque tú eres dueña de tu propia libertad, y ella depende de ti, al
igual que tu de ella”. Con estas palabras, decide adquirir un billete sin
destino, decidiendo montarse en el primer tren que hubiera una plaza libre.
Sería el propio destino el que decidiera a dónde iría.
miércoles, 4 de julio de 2012
Mirando al cielo
Luna alta en el cielo, pálida, lejana. Luna igual para
todos. Luna para ricos, pobres. Luna para las personas felices. Luna, luna, tú…
“no te fíes de un beso a medianoche….si hay luna no te fíes”. La vieja canción.
Federico Moccia “perdona si te llamo amor”
lunes, 2 de julio de 2012
Renovación
A lo largo de tu existencia vives multitud de emociones.
Amor, odio, euforia, impotencia, paz, rechazo…todas las hemos experimentado, en
mayor o menor cantidad. Las conocemos perfectamente y forman parte de nuestra
vida y algunas han protagonizado momentos de esta historia que vivimos. Una
historia llena de altibajos, porque la vida es como una gran montaña rusa: tan
pronto estas en la cima, donde te crees que eres el rey del mundo, como estas
en el más profundo hoyo, sin ver la luz. A lo largo de ella, como he dicho
antes, padeces muchos sentimientos, algunos de ellos dañinos. Cuantas amistades
se rompieron por la envidia, la mentira, la hipocresía….cuantos amores se
desgastaron por los celos, la desconfianza, el miedo….cuantas familias
fracturadas por la avaricia, el poder, la incomprensión. Todos y cada uno de
ellos son veneno, que nos daña a nosotros mismos y a los que están a nuestro
alrededor. Un veneno súbito, no como esos que te tomas y te mueres dormidito
sin más. No, estos son mucho peores. Es un veneno que mata lentamente. Recorre
todo tu cuerpo, sin dejarse ni un solo espacio. Destruye tu cuerpo, y sobre
todo, destruye a tu pequeño corazón. Un corazón que nace sano pero que con el
tiempo se va deteriorando por nuestros actos. Cuantas noches hemos ansiado ser
como esa persona, hasta tal punto de desearle el mal ajeno, o hemos soñado con
tener esos vestidos tan caros, o ese chico tan guapo pero que tiene novia, o
tener pareja ya que todos tus amigos la tienen….todos esas peticiones que te
atrapan, ya que son difíciles de conseguir, y que no te das cuenta del mal que
te hacen y al final acabas llorando. Lloros y más lloros, que te acompañan
hasta que al final eres capaz de dormirte. Y tras eso, ¿qué hay? Solo queda una
almohada mojada y miles de sueños rotos. Desesperanza, temor, rencor, rabia…
pero todo eso debe acabar. Basta. Tu eres dueño de tu vida, a si que te ves en
la capacidad de decidir cambiar. Convertir toda esa maldad en bondad. Una
renovación en todos los sentidos. Decides ser más empático, generoso, sincero,
fiel…pequeñas dosis de antídoto contra ese veneno mortal. Una renovación que te acompañará a lo largo del
resto de tu vida.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)