Esta entrada va por una persona en especial, ella sabe quien es...pero también por todos aquellos que dudaron de su existencia o pensaron que su vida era una mierda.
A veces, la vida da un giro inesperado o simplemente, las cosas no son como uno quiere. Sólo os diré que mantengáis la esperanza, puesto que es lo último que se puede perder en la vida. A veces el camino es duro, lo sé, pero por ello no puedes perder nunca la sonrisa ni dejarte vencer por los diferentes contratiempos que te trae el destino. Porque esta vida es un don, y por ello debemos dar las gracias de poder estar aquí, y las gracias no se dan quejándose o protestando, sino luchando cada minuto por ser felices. El camino se puede hacer cuesta arriba, pero ahí es cuando se observa la grandeza humana. La capacidad de ser resistente, fuerte, paciente y perseverante. Eso es lo que nos diferencia de los demás. Nademos contra corriente y vamos a reírnos de la vida. Salgamos a la calle con ganas de comernos el mundo, demostremos a todos de lo que somos capaces y sobre todo, disfrutemos. Porque no hay gloria sin esfuerzo.
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