sábado, 13 de octubre de 2012

Go back


Es hora de parar. Sentarse, descansar y pensar en todo lo que hemos hecho en nuestra vida. Echar una mirada al pasado.  Recordar todo lo que hemos vivido, disfrutar de todos nuestros logros y rememorar aquello de lo que nos arrepentimos o hicimos mal. Dicen que eso no es bueno, que lo pasado,  pasado está. Aunque, yo pienso, que en ocasiones es bueno mirar atrás. No solo por revivir todos los momentos malos, eso solo sería ser masoquista, si no para observar todo lo que hemos evolucionado a lo largo del tiempo. Como, a pesar de las cosas malas que nos hayan podido pasar, hemos sido fuertes y capaces de seguir adelante. También para aprender de nuestros errores con el fin de no tropezar con la misma piedra (aunque eso a veces es bastante difícil, para ver cómo hemos madurado a lo largo del tiempo.  El pasar de ser un niño a un adolescente, con sus cambios de todo tipo, tanto corporales como de personalidad; el ser joven, disfrutando la vida al límite, sin pensar en las consecuencias, simplemente, haciendo lo que te apetece en cada momento; el actuar como un adulto, comprendiendo que nadie te regala nada en esta vida, que hay que esforzarse y sacrificarse por los que quieres, afrontar los nuevos proyectos y aguantar los palos que te puedan dar; y por último, la vejez, donde comprendes que lo que realmente importa es el amor y la salud, y nada más

No hay comentarios:

Publicar un comentario