miércoles, 13 de junio de 2012

Pasito a pasito




Porque una montaña no la escalas en un día. Ello requiere esfuerzo y sacrificio, y lo mismo pasa en la vida. A medida que vas creciendo, eres consciente de que te vas haciendo mayor y que tienes muchos deseos por cumplir. Unos quieren acabar su carrera, otros encontrar trabajo, lo más tradicionales casarse y formar la familia, los fantasiosos que desean pisar la luna, los niños que desean vivir con un balón en los pies o el grupo de jóvenes que desean triunfar en el mundo de la música. Distintos objetivos pero, al fin y al cabo, son sueños. Muchos creen que son imposibles, ¡que incrédulos! Solo os diré que en estos últimos años, me he dado cuenta de que cada uno es dueño de su destino y que tenemos la total capacidad para hacer todos y cada uno de nuestros sueños realidad. Para ello es necesario esforzarse cada día, no perder nunca la paciencia y, sobre todo, creer en uno mismo.  Porque como decía el gran Paulo Coelho: “La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante” ¡Cuánta razón! Mientras vivamos, dediquémonos a soñar, porque nuestros sueños nadie nos lo quita, son nuestra más preciada posesión, por ello tenemos que hacer que se cumplan, porque si no, sentiremos que hemos desperdiciado nuestra vida, y vida solo hay una. Y hay que vivirla, vivirla como si no hubiera un mañana y ese día fuera el último de tu vida.

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