Tenía una vida loca donde todo el mundo caminaba deprisa.
Preocupaciones, tristezas, depresiones, celos, desamores nos invaden y nos
recuerdan cada minuto cuán mísera es nuestra vida. Pero de repente, la conoció
a ella: hermosa, de cabellos castaños y ondulados, alegre, vivaz, un poco loca,
pero de buen corazón. Y todo su mundo dió un giro de 360 grados. La vida al
revés. Al principio sentía vértigo y no consiguía respirar del todo bien. Pero,
poco a poco, se fue adaptando a la situación, hasta tal punto que sin ella, era
incapaz de respirar. Porque ahora todo su mundo es ella. Esa niña que ha
conseguido robarte el corazón y que ha pintado tu vida de color. Es como un
arco iris que aparece después de lalluvia.
El arco iris, qué fenómeno tan precioso y tan poco frecuente
a la vez. Contiene todos los colores que la madre naturaleza nos ha ofrecido. Y
toda esa palestra de colores definen a
la chica que le quita el sueño: rojo, porque posee esa energía, fortaleza que
hace levantarte todas las mañas, y rojo de pasión, amor y deseo…de perderse
entre su cintura y conocer todas las partes de su cuerpo. Azul, como sus ojos.
Ojos del color del cielo y del mar. Verde, de armonía, cuando está con ella no hay
preocupaciones, y de frescura, la que irradia gracias a su juventud. Amarillo,
de energía y alegría, no para quieta, siempre con inquietudes. Púrpura, ya que
le aporta serenidad, es un respiro tras un largo y duro día de trabajo.
Naranja, de creatividad, de ánimo, de éxito. Blanco, el color de la pureza, la
bondad, la inocencia…porque en el fondo es una niña, y él quiere hacerla una
mujer. Y por último, el negro. Elegancia y misterio, que hace que se sienta
cada vez más atraído por ella.
Mujer y niña a la vez. Elegancia y bondad. Energía y
madurez. Amor y pasión. Fortaleza y frescura….una joya que no puede ser
perdida.
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